En cierta oficina (dejémosla en el anonimato) hay dos trabajando a full y una haciendo nada. Y cuando digo nada es NADA.
Bueno, cuestión que en la Belgrano, mi escuela, está la bendita CS, preceptora, puti-preceptora, precidiota, etcétera. Me pregunto "¿Por qué va vestida de manera insinuante?"
Supongamos: es invierno, usa calzas. Las calzas se le meten por atrás hasta la garganta. No usa pollera, remera larga o nada que tape cómo hablan esos cachetes celulíticos.
Ahora es verano: polleras que dejan ver la tanga y remeras escotadas que muestran media teta.
"Ay, no llego con el trabajo" dice la descarada. ¡Y SI TE LA PASÁS TOMANDO MATE NUNCA VAS A LLEGAR!
¡MEDIA PILA! Los adolescentes estamos con las hormonas a full, ¿o te pensás que no te quieren dar masa hasta el amanecer? Si te dicen algo, te haces la dama y hacés un acta. Sos una tarada, perdón, puta.
Cada vez peor...
Aquí vemos a la puta en cuestión.
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