lunes, 29 de junio de 2015

Una ardillita muy putita



Hay veces que me pregunto ¿Es verdad esto que pasa?

Hoy vino ella. Ella es una chica de veintipico. Un metro cincuenta, cabellos rubios oxigenados que simulan un natural, tez "simil té con leche"... Ella usa calzas negras, que marcan sus nalgas no trabajadas. Ella llegó, no llorando, más bien sonriendo. Me miró a través de una vitrina llena de esmaltes, la miré. Parecía una ardilla mirando nueces... su mirada penetró mis ojos cual negro atacando a una rubia virgen. Haciéndose la tímida y tierna niña que nunca fue, me pidió el antitranspirantes para elefantes que suele usar. Bromeó sobre mi apariencia y se retiró, llena de júbilo, como cuando una araña caza una polilla.

Luego de este texto pedorro que escribí, amplío la info que doy... Este ser trabaja en el mismo lugar que una amiga. Yo la paso a saludar a ella y cuando la ardillita me ve, por poco se mea encima. Vive tirando indirectas muy directas como "te voy a chapar" o "cómo me gustás". ¿Pero qué se creé el bicho raro este? Es una creída a más no poder, no saluda, no es simpática, NADA. Se creé Afrodita y no pasa de Discordia.

Suficiente por hoy de estas negras paceñas que me tienen ganas.

PD: Para vos, Arjona. Ahí tenés metáforas mejores que las tuyas, gil.

domingo, 14 de junio de 2015

Reflexión o hipotermia cerebral

¿Por dónde empezar, querido diario? ¡Qué frío de cagarse, la puta madre! Ah, cierto que no sos mi diario... 

 En la vida hay cosas que son inevitables y necesarias para cada persona. Una de ellas es la realización personal. Otra, abandonar el nido. 
 Por el lado de la primera, debo decir que tener mi trabajo (me guste o no, eso no importa en éste post) y hacer una carrera universitaria (que más o menos me gusta, porque materias odiosas hay siempre), sumado a que las cosas mejoraron en mi vida sentimental, me ha llenado de satisfacción. Tengo con qué comprarme los apuntes, con qué comprar comida (lo más importante), con qué comprar regalos, pagar el cable e internet y el celular, más también la SUBE. 
 Pero, no todo en la vida es color rosa (por desgracia si tomamos el lado metafórico, por suerte para el ojo concreto). "Abandonar el nido" debería ser la experiencia más linda, dejar de ser un mantenido de mierda y pasar a tener todas las obligaciones que antes no tenías. Eso sí, compensada por el hecho de que vas a convivir con tu pareja, lo cual es agobiante y destructor de parejas. Bué, me retracto: dejar la casa para irse a convivir es una reverenda garcha. Al punto al que iba es al siguiente: tener que dejar tu casa por la separación de tus viejos es más garcha todavía. Garcha al cuadrado para ser más exactos. Y garcha al cubo si tienen que convivir todos juntos bajo el mismo techo (con las tensiones que ello acarrea) hasta tanto se solucione el asunto y la nueva morada aparezca. Se transforma en una función exponencial... (Acá estoy yo, usando a la matemática para hacer metáforas más pedorras pero más inteligentes que las de Arjona).
 El estrés que esto genera es altísimo. Sumale parciales. ¿Más específico? Sumale 3 parciales en 6 días. Ponele que para uno tenés que sacarte un 7 y llegás al 5. En otro necesitás un 8 y llegás al 4 con suerte. Y en el último necesitás un 4 y podés llegar bien. Pero te relajás, le dejás de dar pelota y tambalea el 4. Así que los 3 parciales te hacen cagarte encima y tenés miedo de lo que pueda llegar a pasar. Ojo que iba bien con los estudios, pero la situación del segundo tema desarrollado me descajetó totalmente.
 La suma de toda esta mierda da como resultado que hace semanas no duermo bien, mi organismo me anda para el orto, estoy leyendo mil veces lo mismo, resaltando ideas que no son tan importantes y armando resúmenes de secundaria. ¿Quién hubiera pensado que iba a caer tan bajo de esta manera? Pero "wé", la cosa es ser como el Áve Fénix y resurgir y prender fuego a todos...

Suficiente por hoy de toda la mierda que tengo encima*

*Busqué encima en un diccionario porque siempre escribo "ensima". Para vos, Sol.