jueves, 7 de enero de 2016

Carta al boxer

Señores productores en masa de ropa interior:
 Me dirijo a ustedes a fin de hacerles llegar mi preocupación sobre un problema recurrente en hombres y mujeres de todas las edades y tallas que existen: la incapacidad del calzón de quedarse cómodamente en un lugar e indiscretamente juega en nuestro cuerpo. 

Ahora, fiel a mi estilo, esa manga de inadaptados que osan decirse fabricantes y diseñadores sabe (es sabe, porque es una manga) que a todos se nos enrosca y se nos mete el calzón en el orto, o nos deja la raya al aire en los momentos menos apropiados. ¡Pero no hacen nada! Juegan con nuestra virginidad anal y la exposicion de nuestras zanjas peludas o peladas al mundo. ¡QUE ME VENGAN A VER LA RAYA SI QUIEREN CONVENCERSE DE QUE NO ES ESTÉTICO! ¡HIJOS DE UNA GRAN PUTA Y UN CAMIÓN LLENO DE PELOTUDOS!

Y, si no se enrosca arriba, se enrosca abajo, haciendo que se extrangule parte de la poca virilidad que te queda, afinándote la voz por poco. En otras palabras, te corta la circulacion a los huevos. Te los sofoca. CLAMAN PIEDAD Y PRONTA LIBERACIÓN. 

Suficiente por hoy de rosca calzonera.

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